Orígenes y apariencia del Fauno
El Fauno era una deidad de la naturaleza en la mitología romana mitad humana, mitad cabra, que habitaba en los bosques. Su origen está en los Sátiros griegos con la diferencia de sus patas. En la mitología Romana, los Faunos toman su apariencia del dios Pan.
Al contrario que los Sátiros, los Faunos son menos inteligentes que los Sátiros y tienen menos deseos carnales con las ninfas y mujeres humanas.
Historia del Fauno
El Fauno era el dios del campo, los pastos y la agricultura. Según la mitología romana su pasatiempo eran cazar y cortejar a las ninfas, además, a los Faunos les encanta tocar la flauta.
El origen del Fauno en la mitología romana no está claro, podría comenzar con la adoración de un rey al estatus de dios o provenir de la mitología griega y los sátiros.
En las comunidades rurales la fiesta del Fauno tenía lugar el 5 de diciembre y se celebraba con bailes y procesiones. El único templo dedicado a él en Roma, el templo del Fauno, está ubicado en la isla Tiberina.
En las Lupercales se honraba al Fauno para que protegieran a los rebaños y el ganado de los ataques de los lobos. En estas fiestas grupos de sacerdotes se disfrazaban con pieles de animales sacrificados y eran ahuyentados por el pueblo.
En la era cristiana durante la Edad Media, los faunos y muchas deidades paganas fueron demonizados y asociados con los sátiros y los silvanos. Después la figura del Fauno se convertiría en la representación típica del diablo. Sin embargo, los Faunos en esta época eran seres amigables y nada peligrosos.
En la era moderna, los Faunos han sido objeto de pinturas y obras de arte, además de estar presentes en libros, películas y novelas.
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