Un grupo de investigadores suecos dirigidos por el profesor Peter M. Fischer ha descubierto en el asentamiento de Tell Abu al-Kharaz (antigua ciudad localizada en el Valle del Jordán, cerca de la frontera con Israel) un edificio construido durante el 1.100 a.C. por pueblos de origen europeo.
El edificio, de 60 metros de largo y en buen estado de conservación, fue construido durante la época de las migraciones de los conocidos como «Pueblos del mar», una serie de grupos de la Edad de Bronce que hacia el 1.200 a. C emigraron hacia Próximo Oriente. Estos pueblos, que incluyen a los minoicos, filisteos, ítalos o aqueos… fueron los protagonistas de la época del Bronce Final en el área del mar Egeo.
Construyeron asentamientos en muchos lugares de Oriente Próximo, estableciéndose definitivamente en algunos de ellos, y se relacionaron con los grandes imperios orientales, sobre todo con Egipto, y con otros pueblos de Europa.
Aunque pocas son las fuentes y la información que disponemos de estos grupos étnicos y su época, el descubrimiento de Fischer ha contribuido en gran medida en el estudio de las relaciones y nexos de unión cultural entre Europa y Próximo Oriente:
«Tenemos evidencias de que la cultura europea está presente en Tell Abu al-Kharaz. Un grupo de los ‘Pueblos del Mar’ de origen europeo, los filisteos, se asentaron en la ciudad. Por ejemplo, hemos encontrado cerámicas semejantes a las de Grecia y Chipre, en cuanto a su forma y decoración, así como pesas cilíndricas de telares para la producción textil que pueden encontrarse en el centro y el sudeste de Europa en torno a las mismas fechas», comentó el profesor sueco.
La fundación de la antigua ciudad jordana se remonta al 3.200 a. C y al parecer perduró durante más de 5.000 años. Se asocia con la ciudad bíblica de Jabesh Gilead. Durante su dilatada historia, tuvo tres períodos de apogeo: en el Bronce Temprano, hacia el 3100-2900 a. C; en el Bronce Tardío, del 1600 al 1300 a. C y ya en la Edad de Hierro, hacia el 1100 al 700 a. C.
Las primeras prospecciones arqueológicas se realizaron en 1998 y su exploración ha continuado hasta otoño de 2013, con un total de 16 excavaciones completadas. Durante ellas, se han revelado multitud de vestigios: estructuras de piedra, paredes defensivas, edificios y millares de artículos producidos en la propia ciudad o importados del sur y del este Europa:
«Lo que más me sorprende es que hemos encontrado muchos objetos procedentes de lugares muy lejanos. Esto demuestra la movilidad de las personas incluso hace miles de años», remarcó Fischer. Durante la excavación del edificio se hicieron descubrimientos muy interesantes, como contenedores aún llenos de semillas e incluso objetos importados de Egipto que se remontan al 3100 a. C. De la construcción filistea se conserva el primer nivel, la planta baja, con paredes que alcanzan los 2,5 metros de altura.
Los filisteos crearon la estructura defensiva a partir de una construcción del 3.000 a. C, y de esta manera conseguir fácil acceso a los materiales y una superficie sólida en la que edificar. El profesor Fischer ha llegado a la conclusión de que «la ‘cultura jordana’ es claramente una cultura mediterránea aunque no pertenezca a los territorios del mar Mediterráneo. Se trataba de sociedades bien organizadas en la zona mucho antes de que se construyeran las pirámides de Egipto».