Un equipo internacional de científicos ha descubierto en el norte de Siria un túmulo funerario de la antigua civilización mesopotámica que podría ser el monumento a los caídos más antiguo del mundo.
En la antigüedad, la ciudad de Palmira fue un importante centro comercial, pero se desconocía cómo pudo mantenerse y ser tan próspera, al estar situada en medio del desierto.