Durante mucho tiempo se pensó que los poemas homéricos eran solo fruto de la imaginación, hasta que, en 1873 la ciudad de Troya emergió de las profundidades y se comenzó a mirar la Ilíada y la Odisea con otros ojos; tal como está sucediendo en el tiempo presente, con el descubrimiento de una tablilla hitita que relata el conflicto desde la visión de los atacados.
Se trata de la tablilla Keilfischurkunden aus Boghazkoi 24.1, donde los lingüistas y especialistas han encontrado una canción luvita que no solo refiere a la guerra de Troya, sino que también tiene una clara similitud con el poema de Homero.
En la tablilla se lee la historia de una carta entre un rey hitita y un gobernante vasallo de Troya, donde se cuenta como un poderoso rey aqueo junto a sus hijos, estaba atacando la ciudad de Taruisas.
La más interesante de las conexiones entre la tablilla y los textos homéricos, surge de un verso ubicado casi al final de la tablilla, que profiere las siguientes líneas: “Canta diosa, la ira de Aquiles”.
Los estudios filológicos y lingüistas señalan que los versos están construidos de manera similar al hexámetro homérico, sin embargo, estas tablillas tienen una antigüedad mucho mayor del siglo VIII a.C., cuando se escribieron los poemas homéricos lo que indica una tradición épica anterior, que se suscitó en las cortas hititas.
Un hecho notable que llama la atención es que, en los textos hititas la resolución del conflicto no se produce con la destrucción de la ciudad de Troya por los aqueos, sino que se da de manera pacífica.
Esto puede indicar que cuando los griegos inmortalizaron sus relatos épicos, realizaron algunas adaptaciones para engrandecer su pasado histórico, algo que no es para nada ajeno en el estudio de la filosofía de la historia y el desarrollo de la historiografía.