El hallazgo se ha considerado la primera pila bautismal de cuatro arcos al norte de los Alpes, y se ha encontrado en Alemania, específicamente en una cripta de la Colegiata de San Servasio, ubicada en Quedlinburg.
Esta pila bautismal posee un encanto e importancia especial, ya que según los investigadores de la Oficina Estatal de Conservación y Arqueología del Estado de Sajonia; se bautizaron a numerosas personalidades de la dinastía otoniana.
Entre ellos pueden contarse: a Enrique I de Baviera, a la hija del Emperador Otón “el Grande”, llamada Matilda, la primera abadesa de Quedlinburg llamada Adelheid, entre otros.
Los investigadores hallaron evidencia de los cuatro arcos que revisten la pila bautismal, cada uno con 0.5 de profundidad y unos 2 metros de ancho, determinándose gracias al estudio del lugar y la participación de especialistas de varias disciplinas, que el lugar era un sitio sagrado en una iglesia donde estaba ubicada la pila bautismal.