Recientes excavaciones en la región alemana de Sajonia – Anhalt, dieron con un antiguo asentamiento eslavo con un cementerio donde la mayoría de las tumbas tenían las típicas características de los entrenamientos cristianos, aunque hubo dos tumbas que sobresalieron.
Las excavaciones se produjeron en el marco de los trabajos de construcción para una línea eléctrica, que abarcará un total de 170 kilómetros.
Los arqueólogos desenterraron el cementerio completamente, encontrando allí un total de 60 tumbas dispuestas en dos filas, con los cuerpos muy unidos entre sí.
Era común encontrar cuerpos en dirección al este y puestos boca arriba sin ajuar funerario, aunque si portando enseres personales, como anillos o joyas pequeñas, además de sus ropas.
Dentro del cementerio hubo dos tumbas que llamaron poderosamente la atención, una de ellas contenía el cuerpo de una familia con dos adultos y dos niños. La tumba tenía forma cuadrada y un grupo de vigas y postes de madera, hacen comprender a los investigadores que la tumba poseía un complejo diseño arquitectónico.
La otra tumba que se diferencia del resto, contenía los restos de un niño que padeció de hidrocefalia con algunas perlas colocadas en su pecho.