Excavaciones en la Plaza del Ayuntamiento de Heerlen, han dado con una singular tumba romana de 2.000 años de antigüedad que contiene los restos de un soldado romano llamado “Flaco”, según una inscripción hallada en la tumba.
Los investigadores se encontraron durante la excavación con una forma rectangular y el suelo descolorido, lo que llevó a pensar a que se trataba de un pozo de bodega. No obstante, al poco tiempo se encontraron vestigios de una cremación.
En el lugar se encontró un brazalete, un raspador de piel hecho de bronce, fragmentos de cerámica y tres placas romanas de Terra Sigillata, lo que llevó a concluir que se trataba de un soldado romano.
La inscripción con el nombre se encontró en un cuenco que contenía las letras: “FLAC”.