En la vetusta catedral de Durham, que conserva intacta una de las pocas cocinas monásticas de Inglaterra, un equipo de la universidad local (Durham University) ha desenterrado hasta 21.000 huesos animales durante unas obras que forman parte del proyecto ‘Open Treasure‘.
El programa planea la rehabilitación de los espacios de la catedral y la apertura de todas sus estancias y colecciones, con el fin de elevar el reconocimiento general que merece y difundir de manera óptima la imagen del edificio, que remonta sus orígenes al altomedieval siglo IX.
Durante los trabajos de remodelación en la cocina monástica, que se pretende que sirva como una gran sala de exposiciones para las reliquias del monje San Cuthbert, han aparecido 21.000 huesos de diferentes animales, sobre todo de aves y pescados, que ayudan a entender mejor los hábitos alimenticios de los monjes catedralicios.
El arqueólogo local de la catedral, Norman Emery, ha declarado que se encuentran en un estado excepcional de conservación y que, casi como si se tratara de un estudio forense, su análisis ha permitido conocer cómo fueron cocinados, de qué manera fue cortada la carne por el carnicero, los ángulos de las cuchilladas, etc.
Entre las especies encontradas, que han podido ser identificadas con facilidad, se encuentran desde peces como rodaballos, truchas, salmones y lenguados hasta pájaros domésticos y otros más extraños como el frailecillo.