Un granjero que cavaba un hoyo en su tierra en la aldea de Nikolskoye, cerca del mar Caspio, en el sur de Rusia, desenterró un tesoro de 2.000 años a, encontrarse un antiguo túmulo funerario de un líder de una tribu nómada sármata.
Junto al esqueleto, se encontraron una gran cantidad de impresionantes joyas de oro y plata, armas, objetos de valor y artículos artísticos que probablemente provenían de su hogar.
El granjero local Rustam Mudayev, sintió un ruido especial cuando se encontraba cavando un hoyo, y tras buscar descubrió que había topado con una antigua olla de bronce, la cual llevó al Museo de Historia de Astrakhan para su análisis.
“Tan pronto como la nieve de la zona se derritió, organizamos una expedición al pueblo”, explicó el investigador del museo Georgy Stukalov. “Después de inspeccionar el sitio del entierro, entendimos que era un montículo real, un sitio en donde los antiguos nómadas enterraban a la nobleza”, explicó.
Los investigadores creen que el entierro pertenece a un líder de una tribu nómada sármata que dominó esta parte de Rusia hacia el siglo V. Su esqueleto fue encontrado dentro de un ataúd, su cabeza estaba levantada ligeramente como si descansara sobre una almohada, y llevaba una capa decorada con placas de oro.
Los arqueólogos encontraron, a su vez, su colección de cuchillos, artículos de oro, un pequeño espejo y varios tipos de ollas, lo que evidentemente indica su estatus social.

También recolectaron una hebilla de cinturón de oro y turquesa, y su daga de jefe junto con una pequeña cabeza de caballo dorada que se encontraba entre sus piernas, además de otras joyas.
Más hallazgos en el túmulo funerario
En el mismo túmulo se realizaron muchos más hallazgos y otros enterramientos. El más llamativo, el esqueleto de un hombre joven “risueño”, el cual tenía el cráneo deformado artificialmente en forma de huevo.

Esta forma es muy probable que fuese moldeada quizás por medio de múltiples vendajes o anillos en su infancia, los cuales se aplicaban en los primeros años del niño para modificar el cráneo a la forma deseada.
Formar el cráneo de esta manera era muy popular en varias agrupaciones antiguas de diferentes continentes, siendo realizado por, por ejemplo, sármatas, hunos y alanos. Se creía que esta deformidad en la cabeza eran un signo del estatus especial de una persona y de sus raíces nobles, ocupando un lugar privilegiado en sus sociedades.
Otra tumba encontrada pertenecía a una mujer la cual fue enterrada con un espejo de bronce, y con una ofrenda de un cordero entero junto con varios artículos de piedra, cuyo significado no está nada claro.
La otra tumba encontrada pertenecía a un hombre mayor cuyo esqueleto se rompió por una excavadora, quien fue enterrado junto con la cabeza de su caballo, cuyo cráneo estaba vestido con un intrincado arnés adornado con plata y bronce.

Segey Morozov, gobernador de la región de Astrakhan, comentó que “estos hallazgos nos ayudarán a comprender lo que sucedía a aquí en los albores de la civilización”.
Las excavaciones continúan en el sitio, por lo que no descartan seguir realizando hallazgos.
Vía y crédito de imágenes: Astrakhan Archaeology