Un equipo de arqueólogos que realizaron excavaciones en una turbera (humedal ácido) durante el 2018 cerca del asentamiento vikingo de L’Anse aux Meadows en Terranova, Canadá, encontraron una “capa de restos ambientales” junto a diversos objetos vikingos y los análisis por radiocarbono han demostrado que éstos se remontan a finales del año 1100 o comienzos del 1200.
Entre los objetos se encontraron “un alfiler de bronce, un huso de piedra, clavos de hierro y remaches”, lo cual dejó claro que “los nórdicos estuvieron aquí”, explicó Paul Ledger, investigador principal y becario postdoctoral del Memorial University of Newfoundland.
Hasta ahora siempre se pensó que los vikingos llegaron a Canadá y que se fueron rápidamente, en lo que podría considerarse de forma simple como una “visita” a estas tierras. Sin embargo, las nuevas evidencias cambian radicalmente esta creencia.
Los vikingos se establecieron en Canadá
La datación por radiocarbono que realizó Ledger fue publicada en PNAS esta semana, y sugiere que los vikingos llegaron a Terranova aproximadamente en el año 910, y se fueron en el 1145, lo cual significa que los vikingos permanecieron mucho más tiempo de lo que los historiadores o arqueólogos creían hasta el momento, y que incluso llegaron a “interactuar culturalmente” con los indígenas locales.
El equipo de Ledger plantea volver a Terranova el próximo mes, e intentarán trazar un mapa de la extensión de la turba en relación con las estructuras indígenas halladas en el lugar, lo que requerirá la reapertura de algunos sitios que ya fueron explorados en la década de 1970.