Vida de Giordano Bruno
Nacimiento e inicios
Guordano Bruno nació como Filippo Bruno en Nola, una comuna en la provincia de Nápoles, en la región de Campania, en el sur de Italia, en el Reino de Nápoles. Era hijo de Giovanni Bruno, un soldado, y Fraulissa Savolino.
En su juventud fue enviado a Nápoles para recibir educación. Recibió una tutoría privada en el monasterio agustino de Nápoles y asistió a conferencias públicas en el Studium Generale.
A los 17 años ingresó en la orden de los Dominicos en el monasterio de San Doménico Maggiore en Nápoles, tomando el nombre de Giordano, en honor a Giordano Crispo, su tutor de metafísica. Continuó sus estudios allí, completó su noviciado y se ordenó sacerdote en 1572 a los 24 años.
Durante su estancia en Nápoles se hizo conocido por su habilidad con el arte de la memoria y en una ocasión viajó a Roma para demostrar su sistema mnemónico ante el Papa Pio V y el Cardenal Rebiba. En sus últimos años, Bruno afirmó que el Papa aceptó su dedicación a la obra perdida ‘Sobre el arca de Noé‘.
Giordano Bruno se distinguió por su capacidad sobresaliente, su gusto por el pensamiento libre y los libros prohibidos pronto le causaron dificultades. Dada la controversia que causó en su vida posterior, es sorprendente que haya podido permanecer dentro del sistema monástico durante 11 años.
La situación de Bruno frente a la inquisición se volvió más grave cuando se informó que defendió la herejía arriana, y cuando una copia de los escritos prohibidos de Erasmo, anotado por él, fue descubierto escondido en una letrina del monasterio. Cuando se enteró que se preparaba una acusación contra él en Nápoles, huyó, despojándose de su hábito religioso.
Primeros viajes de Bruno
Giordano Bruno fue primero al puerto genovés de Noli, luego a Savona, Turín y finalmente a Venecia, donde publicó su obra perdida ‘Sobre los signos de los tiempos‘ con el permiso del dominico Remigio Nannini Florentino.
De Venecia se fue a Padua, donde conoció a compañeros dominicanos que lo convencieron de volver a usar su hábito religioso. De Padua fue a Bergamo y luego cruzó los Alpes hasta Chambéry y Lyon. Después de este tiempo, quedan pocos registros de sus viajes hasta su llegada a París.
En París, Bruno gozó de la protección de sus mecenas franceses. Durante este periodo, publicó varias obras sobre mnemotécnica.
Llegada a Inglaterra
En abril de 1583, Giordano Bruno fue a Inglaterra con cartas de recomendación de Enrique II como invitado del embajador francés, Michel de Castelnau.
Bruno vivió en la embajada de Francia con el lexicógrafo John Florio. Allí conoció al poeta Philip Sidney y a otros miembros del círculo hermético en torno a John Dee.
Bruno dio una conferencia en Oxford y buscó sin éxito un puesto de profesor allí. Sus puntos de vista fueron controvertidos, especialmente con John Underhill, rector del Lincoln College y con George Abbot, quien después se convertiría en arzobispo de Canterbury.
Abbot se burló de Bruno por apoyar la opinión de Copérnico de que la Tierra giró y los cielos se detuvieron, y descubrió que Bruno había plagiado y tergiversado el trabajo de Ficino, lo que llevó a Bruno a regresar al continente.
Encarcelamiento, juicio y ejecución de Giordano Bruno
En octubre de 1585, después de que la embajada francesa en Londres fuera atacada por una turba, Bruno regresó a París con Castelnau. En 1586 salió de Francia hacia Alemania.
En Alemania no pudo obtener un puesto de profesor en Marburgo, pero se le concedió permiso para enseñar en Wittenberg. Sin embargo, un cambio de clima intelectual allí hizo que se fuera a Praga en 1588.
En 1591 estuvo en Frankfurt. Durante su estancia recibió una invitación a Venecia del patricio local Giovanni Mocenigo, quien deseaba ser instruido en el arte de la memoria.
Primero viajó a Padua, donde enseñó brevemente, y solicitó sin éxito la cátedra de matemáticas, que se le dio a Galileo Galilei un año después. Bruno aceptó la invitación de Mocenigo.
Cuando Bruno anunció su plan de dejar Venecia a su anfitrión, esté, descontento con las enseñanzas que había recibido y desagradado con Bruno, lo denunció ante la inquisición veneciana.
En 1592, Bruno fue arrestado por numerosos cargos de blasfemia y herejía presentados contra él en Venecia. Bruno se defendió hábilmente, sin embargo, la inquisición romana solicitó su traslado a Roma y finalmente fue enviado a Roma en febrero de 1593.
Durante los 7 años de su juicio en Roma, Bruno estuvo recluido en la torre de Nona. Los numerosos cargos contra Bruno están basados en algunos de sus libros y en relatos de testigos, incluida blasfemia, conducta inmoral y herejía en asuntos de teología dogmática.
Bruno se defendió como lo había hecho en Venecia, insistiendo en que aceptaba las enseñanzas dogmáticas de la iglesia, pero tratando de preservar la base de sus puntos de vista cosmológicos.
Su juicio fue supervisado por el inquisidor cardenal Belarmino, quien exigió una retractación total, que Bruno finalmente rechazó.
El 20 de enero de 1600, el Papa Clemente VIII declaró hereje a Bruno y la inquisición dictó sentencia de muerte.
Fue entregado a las autoridades seculares el miércoles de ceniza, el 17 de febrero de 1600, en el campo de Flori, una plaza central del mercado romano, fue colgado desnudo boca abajo, antes de ser finalmente quemado en la hoguera y sus cenizas fueron arrojadas al río Tiber.
Las investigaciones en Cosmología de Giordano Bruno
En la primera mitad del siglo XV, Nicolas de Cusa desafío las filosofías aceptadas del aristotelismo, imaginando un universo infinito cuyo centro estaba en todas partes y repleto de innumerables estrellas.
También predijo que ni las órbitas de rotación eran circulares ni sus movimientos eran uniformes.
En la segunda mitad del siglo XVI, las teorías de Copérnico comenzaron a difundirse por Europa.
Copérnico conservó la idea de planetas fijados a esferas sólidas, pero consideró que el movimiento aparente de las estrellas era una ilusión provocada por la rotación de la tierra sobre su eje. También conservó la idea de un centro inmóvil, pero era el sol en lugar de la Tierra.
Copérnico también argumentó que la Tierra era un planeta que orbitaba alrededor del sol una vez al año. Sin embargo, mantuvo la hipótesis ptolemaica que las órbitas de los planetas se componen de círculos perfectos deferentes y epiciclos.
En 1584, Bruno publicó dos importantes diálogos filosóficos en los que argumentó contra las esferas planetarias, ‘La Cena de le Ceneri‘ y ‘Del infinito universo et mondi‘.
En estas publicaciones, Bruno, apoyaba la visión copernicana y se oponía a la objeción según la cual el movimiento de la Tierra sería percibido por medio del movimiento de vientos, nubes, etc. Bruno anticipa algunos de los argumentos de Galileo sobre el principio de relatividad.
El universo infinito de Bruno estaba lleno de una sustancia, éter o espíritu, que no ofrecía resistencia a los cuerpos celestes que, en opinión de Bruno, en lugar de estar fijos, se movían por su propio ímpetu.
La cosmología de Bruno distingue entre “soles” que producen su propia luz y calor, y tienen otros cuerpos moviéndose a su alrededor, y “Tierras” que se mueven alrededor de los soles y reciben luz y calor de ellos. Bruno sugirió que algunos, si no todos, de los objetos conocidos clásicamente como estrellas fijas son de hecho soles.
Bruno escribió que otros mundos no tienen menos virtud ni naturaleza diferentes a la de nuestra Tierra, y como la Tierra, contienen animales y habitantes.
