Un estudio reciente en el bronce del león que engalana la plaza de San Marcos en Venecia, ha revelado que el origen de la mítica estatua que es el símbolo de la ciudad tiene origen chino y posee numerosas similitudes con los leones chinos de la dinastía Tang, utilizados para proteger tumbas.
Buena parte del bronce utilizado en la escultura es del siglo VIII, según revelaron los análisis de isótopos de plomo hallados en el león.
No obstante, no son los únicos vestigios que relacionan al león con el mundo chino, sino que el equipo multidisciplinario ha encontrado varias similitudes con los leones guardianes Zhenmushou, que eran utilizados en la dinastía Tang para proteger las tumbas de saqueadores o enemigos, a la par que ayudar al espíritu del difunto a llegar al reino celestial.
Los investigadores encontraron similitudes en la melena, la cabeza y el pecho del león, con los leones Zhenmushou, demostrando su relación.
Otros elementos son la anchura en sus fosas nasales, un bigote que apunta hacia arriba, la apertura de la boca con sus caninos y rastros de que alguna vez tuvo una cornamenta, que luego se le quitó para obtener una apariencia felina.