La imagen pacífica de una Gran Bretaña en la Edad de Bronce ha llegado a su fin gracias al hallazgo que muestra la mayor masacre de esa época, que además da cuenta de episodios de canibalismo hace más de 4 mil años.
Los estudios se realizaron en cerca de 3.000 huesos humanos, donde se evidenció traumatismos severos en los cráneos junto a marcas de muelas humanas en los restos de manos y pies.
Los 3.000 huesos humanos pertenecen a unos 37 individuos, entre hombres, mujeres y niños, lo que al comparar con el número de las comunidades de aquella época, que variaban entre 50 a 100 individuos, lo sucedido en Charterhouse Warren equivale al exterminio de una comunidad.
Los cadáveres no muestran señales de haberse defendido, por lo que se piensa fueron tomados por sorpresa.
¿Por qué fueron comidos?
Las investigaciones demuestran que en el sitio había abundantes animales para consumo, por lo que queda descartada el hambre, lo que puede indicar ciertas tensiones sociales entre diferentes comunidades.
Un elemento que llamó la atención es el descubrimiento de la enfermedad de la peste en los dientes de dos niños analizados, lo que también pudo influir en la violencia.