Las obras de construcción siempre suelen dar lugar al hallazgo de sitios y restos arqueológicos, y más teniendo en cuenta el faraónico proyecto de construcción de una magnánima red ferroviaria subterránea que atravesará de lleno la ciudad de Londres, desde Berkshire hasta Essex: el Crossrail.
Entre otros, un cráneo romano, una vasija para cremaciones y un pedernal de 9.000 años de antigüedad, posiblemente pertenecientes a un yacimiento funerario, se han extraído durante las excavaciones de construcción de la línea del Crossrail.
Solamente en la estación de St. Giles Street se exhiben 50 tesoros, y se están realizando excavaciones en todos los puntos de conexión de la línea dados estos descubrimientos.
La más ambiciosa obra de ingeniería de Europa se convierte así, como ha afirmado el equipo de arqueólogos que trabajan en ellas, en un catalizador del conocimiento del pasado. Jay Carvier, líder del equipo, ha confirmado que se han extraído evidencias de un extraño grupo de cazadores mesolíticos en los pantanos del Támesis. Han destacado también la importancia de la amplia variedad de objetos de diferentes épocas que se están encontrando.