El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha rectificado un estudio que realizó sobre una calabaza francesa descubierta en 2010 que contenía un pañuelo bañado con sangre, presumiblemente de Luis XVI.
El equipo de investigadores ha recompuesto el genoma del ADN de la sangre y lo ha comparado con el de miembros de la familia de los Borbones, sin encontrar coincidencias. Cuando se descubrió la calabaza, se pensaba que la sangre podía ser de Luis XVI ya que cuando fue guillotinado el 21 de enero de 1793, muchos se acercaron a recoger su sangre mojada en pañuelos para recordar el acontecimiento.
“Cuando se descifró el cromosoma Y de tres Borbones vivos y vimos que no coincidía con el ADN recuperado de la calabaza en 2010, decidimos secuenciar el genoma completo y hacer una interpretación funcional para ver si el propietario de la sangre podría ser realmente Luis XVI”, explica el investigador del CSIC Carles Lalueza-Fox, del Instituto de Biología Evolutiva
Ni la línea genealógica ni el aspecto físico coinciden con la secuencia genética de los Borbones. El propietario de la sangre tenía los ojos marrones, y no azules como los del monarca francés. También la estatura es considerablemente menor a la que se documenta del rey en sus retratos y descripciones escritas. Y su ascendencia provenía de una mezcolanza de genes polacos y alemanes, no franceses e italianos como los del individuo de la sangre en la calabza.
«Más allá del hecho anecdótico de si el ADN pertenece o no a Luis XVI, presentamos aquí el primer genoma de un periodo histórico reciente. Las técnicas empleadas serán útiles en los estudios forenses, donde más allá de recuperar unos marcadores genéticos informativos, se podrá trabajar con genomas completos», añade Lalueza-Fox.