El antiguo reino de Commagene que según su rey, Antioco I descendían de un linaje que les conectaba con Alejandro Magno y los reyes aquemenidas persas, ha sido el lugar del hallazgo de una inscripción dirigida al público, que les instaba a obedecer y respetar la ley.
Se sabe que el rey Antioco I de Commagene estuvo envuelto en un conflicto con Mitridates VI del Ponto, tomando partido por la facción de Pompeyo, y siendo un ferviente seguidor del mundo romano, lo que le hizo autoproclamarse “Philoromaios”, o “amante de Roma”.
El descubrimiento de la inscripción se produjo luego de que lugareños señalaran una escultura, una vez que se determinó que se trataba de varios restos arqueológicos, se llevaron los objetos en helicóptero a la ciudad de Perre, ya que no era posible movilizarlos de otra forma.