Trabajos arqueológicos relacionados con el Proyecto de Cribado del Monte del Templo, han dado con el hallazgo de un sello de 2.600 años de antigüedad, que estaría vinculado a un funcionario importante de la corte del rey Josías.
Aunque el sello se rescató en 1990, al inicio fue confundido con un fragmento de hueso, por lo que fue necesario un análisis exhaustivo que se realizó recientemente.
Uno de los elementos más importantes del sello ha sido la inscripción que lleva, en ella se puede leer: «Yeda yah», que según los expertos quiere decir «hijo de», y finaliza con Asayahu. Es decir, hijo de Asayahu.
Este Asayahu aparece en la Biblia, tanto en el libro de Reyes como Crónicas, luego de ser consultado por un manuscrito antiguo sagrado descubierto en su momento, que según expertos pudo tratarse del Deuteronomio. El sello descubierto pudo haber pertenecido a su hijo.
Los sellos no solo servían para identificar los nombres de sus portadores, sino también su influencia y poder, por lo que al observar la naturaleza del sello los expertos señalan que debió pertenecer a alguien con autoridad, a la par de ser encargado de espacios sagrados y objetos importantes.