Una mujer Nubia encontrada en una tumba de hace 3.500 años, mostraba los signos de artritis reumatoide convirtiéndose en uno de los casos más antiguo de la historia, logrando determinar el diagnóstico, debido a que los restos óseos de la mujer estaban en excelente estado de conservación.
Se trataba de una mujer de unos 25 a 30 años de edad, que medía aproximadamente 1.50, y sus restos óseos se habían conservado casi en su totalidad.
Un padecimiento común en los sitios arqueológicos de la época es la osteoartritis, en la que se acostumbra ver destrucción en el lugar en que se unen dos huesos. Sin embargo, los huesos de la mujer Nubia presentaban pequeñas perforaciones, lo que claramente alude a la artritis reumatoide.
La enfermedad no fue estudiada hasta el siglo XVII, aunque se documentan dos casos anteriores al de la mujer Nubia, uno en Egipto y otro en Alabama; ambos superan los 5 mil años.