Con el objetivo impulsar y optimizar la reglamentación del ejercicio de la arqueología en nuestro país, la Secretaría de Cultura federal, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), puso en vigor el martes 11 de junio de 2024 la nueva Norma para la Investigación Arqueológica en México, la cual deja sin efecto los Lineamientos de Investigación Arqueológica del 19 de abril de 2017.
Este instrumento, de observancia para todas y todos aquellos que desarrollen o apoyen proyectos de investigación, salvamento o rescate asociados con esta disciplina antropológica, deriva de un proceso de un año y tres meses de análisis y reflexiones críticas que incluyó la realización de 57 sesiones plenarias en las que participaron numerosos especialistas del instituto.
“Fue un trabajo intenso y reflexivo que recupera la experiencia acumulada por décadas de investigación arqueológica a cargo del INAH. Así, lo que la nueva norma busca es aprovechar esa experiencia con el fin de mejorar los procesos y la ejecución de los proyectos de investigación”, resaltó el secretario técnico del INAH, José Luis Perea González.
Se contó con los aportes de personal de la Coordinación Nacional de Arqueología (CNA), el Consejo de Arqueología y de investigadores del más alto nivel adscritos a las 31 centros INAH de la República Mexicana; asimismo, para el componente jurídico de la normatividad, se colaboró con la Coordinación Nacional de Asuntos Jurídicos y con el especialista en legislación cultural Bolfy Cottom Ulin, adscrito a la Dirección de Estudios Históricos.
También se consultaron áreas del INAH y entidades externas especializadas en archivos, a fin de esclarecer dudas en materia de informes arqueológicos y de las condiciones públicas de los mismos. En este apartado resaltaron las asesorías de Baltazar Brito Guadarrama, director de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, y de expertos del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales.
Finalmente, se conformó una comisión redactora integrada por connotados arqueólogos adscritos al INAH, entre ellos María Elisa Villalpando Canchola, Luis Alberto López Wario, José Luis Punzo Díaz, María Teresa Olivera Carrasco, Moisés Valadez Moreno y Rosa María Reyna Robles Robles.
La norma está integrada por 39 artículos distribuidos en cinco capítulos, mismos que pormenorizan el modo en que deben plantearse y verificarse las investigaciones arqueológicas, así como el resguardo de sus informes en el Archivo Nacional de Arqueología, la responsabilidad de sus materiales y bienes arqueológicos, o bien, las publicaciones referentes a las mismas.