El imponente fuerte de Purana Qila, en Delhi (La India), ha resultado ser el punto de reunión de centenares de vestigios de diferentes culturas que atravesó la India desde el siglo I d. C. Aunque la fortaleza había atraído a los turistas por sus impresionantes rampas y fosas y por la belleza de contemplar tan fastuoso edificio integrado en la naturaleza local, la arqueología lo ha obviado durante 40 años.
El Estudio Arqueológico de India (ASI) ha reanudado una campaña de excavaciones que se inició en los años 50 del pasado siglo y estuvo paralizada durante cuatro décadas. Una expedición formada por arqueólogos y voluntarios está trabajando en la zona del Sher Mandal, edificio de estructura octogonal en el extremo derecho de Purana Qila.
Lo que han encontrado allí a tan solo un mes de excavación ha sido de tal valor y en tal cantidad que se puede afirmar que el edificio es un auténtico crisol de las diferentes culturas que cohabitaron la zona de Delhi, y el único que hasta ahora ha ofrecido evidencias continuas de las diferentes dinastías que gobernaron su territorio: desde los antiguos Imperios Kushán (siglos I y III d. C) y Gupta (siglos IV a V), hasta los Rajputs (siglos X al XII), el Sultanato de Delhi (siglo XIII) y los Mughals (siglos XVI al XIX).
Entre los tesoros encontrados se han rescatado todo tipo de estatuillas y objetos de decoración, cerámicas de múltiples períodos, ídolos de Vishnu, figuras de terracota características del período Rajput, piedras preciosas, monedas imperiales Grupta, y un sinfín de elementos más. Pretenden crear tras las excavaciones un sitio al aire libre en el que se expongan todas estas piezas al público en el propio fuerte de Purana Qila, que se convertiría en el primer museo in situ de la India.
Los arqueólogos tienen la esperanza de hallar durante las excavaciones restos de la llamada «cultura de la cerámica pintada de gris», de los que ya han localizado algunos. Esta cultura particular está relacionada con el relato épico narrado en el Mahabharata, texto mítico y religioso que constituye la base de numerosas religiones hinduistas. Aunque se han encontrado restos en otros sitios de la India como Hastinapor, siempre se ha tratado de piezas fragmentadas que no pueden sustentar por sí solas la veracidad del relato épico.
Si se hallasen pruebas sustanciosas, podría probarse que el emplazamiento de Qila contuvo en su interior la mítica ciudad de Indraprastha, la capital del reino Pandava que se refiere en el texto mitológico. Así mismo, podría probarse la existencia de civilización en la India desde el 1.100 a. C.
Las autoridades indias encargadas de la excavación han pedido paciencia, pues las excavaciones son ciertamente lentas y se debe trabajar duramente y con sumo cuidado. Cada día se desvelan nuevos descubrimientos que demuestran que las labores arqueológicas pueden y deben continuar en el futuro, dada la riqueza y la variedad culturales e históricas que están revelando.