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A casi 100 kilómetros de Santiago de Compostela se encuentra Finisterre, un municipio gallego tan especial que incluso en su propio nombre existe historia.
Finisterre y su magnífica puesta de sol
Finisterre proviene del latín ‘finis terrae‘, que traducido al español significa «fin de la Tierra«.
Esto se debe a que para el mundo conocido por los romanos, era uno de los lugares desde donde se podía ver con mayor claridad cómo desaparecía el sol, lo que produjo que en Finisterre se generasen multitud de leyendas y creencias.
Actualmente este hecho sigue siendo probablemente el principal atractivo de Finisterre, ya que acudir hasta su faro a contemplar como el sol desaparece en las aguas es una experiencia absolutamente espectacular.
Gracias a esto, en el lugar se fueron estableciendo fortificaciones e iglesias que a día de hoy son preciados monumentos, como el Castillo de San Carlos o la Iglesia de Nosa Señora das Areas.
Por todo el lugar podemos encontrar pequeños hoteles en los que alojarnos, siendo muchos de ellos de de ámbito familiar que por un precio ajustado, ofrecen un servicio muy bueno.
Las playas de Finisterre
También las playas cuentan con gran importancia, algunas de las cuales son idóneas para la práctica del surf.
Entre ellas destaca la de Langosteira la cual tiene una longitud de 3 kilómetros y es la playa más visitada de toda Costa da Morte.
Otras de las playas más importantes son la Playa del Talón, Playa de la Ribeira o la de Mar de Fora, una de las playas más hermosas de toda la zona y una de las más peligrosas de la costa española.