El descubrimiento de la tumba del Rey Maya de Caracol en Belice, es sin lugar a dudas, uno de los principales hallazgos de las últimas décadas relacionados al mundo maya, que a su vez, logra dilucidar algunos aspectos de la relación entre la élite de Caracol en Belice y la ciudad de Teotihuacán en México.
Se trata de la tumba de Te K´ab Chaak, quien en vida fue el fundador de la próspera ciudad de Caracol, y quien según los datos recabados murió a una edad avanzada.
Los restos del monarca nos muestran que era un hombre con una estatura aproximada de 1,70 metros, y no encontraron dientes. Adicionalmente, su tumba era la primera de tres entierros realizados en la misma época.
Un elemento que llama notablemente la atención de los investigadores es el ajuar funerario, hallándose conchas del Pacífico, joyas hechas de jadeita, máscaras de mosaico, tubos de hueso tallados, que indican su estatus de élite.
Sin embargo, otra de las tumbas encontradas en el sitio nos muestran un aspecto de la relación entre la elite de Caracol y Teotihuacán, ya que se trató de una cremación con navajas de obsidiana, puntas de átlatl y vasijas de cerámica que pueden rastrearse hasta Teotihuacán, lo que demuestra una relación profunda antes de la pentración oficial del 378 d.C.
El rey Te K´ab Chaak llegó al poder en 331 d.C., y fue enterrado en el 350 d.C., junto a dos personalidades contemporáneas.