La historia de los aztecas comienza alrededor del año 1000, cuando una tribu guerrera, probablemente huyendo del hambre, inició una migración hacia el sur.
A pesar de muchas dificultades en su odisea, confiaron en que los dioses les revelaran el lugar donde poder fundar una ciudad, lo cual ocurrió en 1325 cuando los aztecas fundaron la ciudad de Tenochtitlán, construyendo un templo en una isla pantanosa en el lago Texoco, en el centro de las montañas mexicanas.
Composición de Tenochtitlán
La capital fue dividida en cuatro distritos, asociados a los cuatro puntos cardinales que representaban distintos dioses.
En el recinto sagrado en el centro de la ciudad se colocaron los templos principales, incluyendo el Templo Mayor o Gran Templo, que se convirtió en el corazón de la ciudad y en el centro espiritual y material de su universo.
Introducción a la historia del Imperio Azteca
El Imperio azteca duró al menos 200 años, hasta 1521. Construyeron espléndidos palacios, templos y mercados, creando una inmensa metrópolis con una población de unas 200.000 personas en su punto más álgido.
Se trataba de una sociedad imperialista que confió en la diplomacia y en la guerra para expandir su Imperio y cobrar tributos en forma de impuestos de los pueblos que conquistaban.
Ya asentados, estuvieron por varias décadas dominados por el señorío de Azcapotzalco. Hacia 1430, los aztecas asimilaron la cultura de los pueblos avanzados del Valle (principalmente de los toltecas, quienes sirvieron de nexo entre la cultura azteca y la maya) y se convirtieron en un eficiente poder militar.
A partir de ese entonces, a través de alianzas militares con otros grupos y poblaciones, comenzó una rápida expansión logrando dominar las áreas central y sur del actual México entre los siglos XIV y XVI.
La conquista del centro de México
El pueblo mexica formó una alianza con los señoríos de Texcoco y Tacaba, que se conoció como La Triple Alianza.
Bajo el mando de notables jefes militares -Moctezuma, Ilhuicamina y Ahuitzotl-, los aztecas conquistaron el centro de México, Veracruz, la costa de Guerrero, parte de Oaxaca y dominaron el territorio de Soconusco, en los límites con Guatemala.
Organización del Imperio Azteca
Características económicas de la civilización azteca
Este imperio hizo un gran desarrollo de la agricultura, la pesca y el comercio; aunque su economía fue principalmente agrícola (cultivo de maíz y frijoles).
Un aspecto muy interesante, tanto económico como político, fue el “tributo”. éste era pagado en especie por los pueblos que estaban sometidos por los aztecas y servía para abastecer a la capital azteca de productos básicos, materias primas y manufacturas.
Organización social del Imperio Azteca
La sociedad azteca estaba organizada en calpulli (grupo de casa o barrio).
El calpulli poseía una sociedad agraria global que se subdividía periódicamente entre los núcleos familiares. Los cuerpos urbanos estaban divididos en cuatro partes y éstos a su vez en cinco barrios o calpulli.
El conjunto de los veinte calpulli contaba con su propio jefe, su administración y sus institutos de culto, y a su vez estaba bajo el poder central del tlacatecutli, o señor de la guerra, rodeado de la nobleza.
Entre la clase noble y la de los agricultores comunes, se encontraba la de los artesanos en los oficios o las artes.
El escalón mas inferior en esta sociedad lo ocupaban los esclavos.
La innovación de los aztecas
Tenochtitlán fue fundada en un lago pantanoso y poco profundo. Los aztecas fueron capaces de incrementar el área habitable de la ciudad instalando plataformas para contener los sedimentos del lago.
Gracias a este ingenioso sistema, la ciudad estaba conectada por canales y chinampas, unos verdaderos jardines flotantes que fueron creados para poder plantar varias cosechas.
Estos increíbles jardines fértiles producían siete cosechas al año, lo cual permitía alimentar a gran parte de la ciudad. El sistema era también utilizado para reciclar la basura orgánica de la ciudad.
Los aztecas desarrollaron el comercio de cacao, maíz y otros cultivos, que eran vendidos en mercados de todos los tamaños y producían también una notable cerámica y elegantes galas de oro y plata.
Una vida gobernada por los dioses y el calendario
Los dioses aztecas
Como muchos otros pueblos mesoamericanos, los aztecas dividían el universo en tres niveles: el Cielo, la Tierra (una isla con el Templo Mayor en el centro) y el Inframundo, habitado por el dios de la muerte y sus camaradas.
Los dioses y diosas de la dualidad eran la fuente de cuatro principios creativos ocupando los «cuatro caminos del universo» que se corresponden con los cuatro puntos cardinales.
Para los aztecas era muy importante mantener constantemente el equilibrio entre las fuerzas divinas, un delicado ejercicio realizado cada día siguiendo dos calendarios dedicado no sólo a la plantación de maíz y el ciclo de las cosechas, pero también los rituales para calmar a los diferentes 200 dioses que veneraban.
El calendario azteca
Los aztecas consideraban que el tiempo era cíclico y las vidas de los humanos estaban influenciadas en turnos por los dioses, en intervalos regulares.
El calendario anual duraba 365 días y se componía de 18 meses en 20 días, lo que suma 360 días, los cinco días restantes eran vistos como muy adversos, por lo que era mejor evitar todo tipo de actividad en esos días.
Todos los meses un dios era honorado. Este calendario era aplicado a la agricultura e incluía numerosas fiestas dedicadas al dios de la lluvia.
Los sacrificios humanos de la civilización azteca
Los aztecas veneraban el sol y temían su desaparición si no organizaban rituales. Como otras civilizaciones precolombinas, también contemplaban la posibilidad del sacrificio humano.
Esos sacrificios eran considerados ofrendas y eran una parte esencial de los rituales asociados con la religión y la vida cotidiana.
Las víctimas eran sacrificadas para alimentar al Sol y a la Tierra. Cuando había una época sin lluvias y las cosechas corrían peligro, los aztecas sacrificaban un niño para recuperar el favor del dios de la lluvia.
Diferentes tipos de víctimas eran sacrificados: soldados capturados en batallas, esclavos, gente condenada a muerte por sus ofensas y niños.
Características principales de la cultura azteca
El arte azteca
El arte azteca fue una evolución de la tradición tolteca, en donde destacaban la arquitectura, escultura, orfebrería y cerámica. Por su parte, la escritura se basaba en un sistema jeroglífico muy cercano al fonetismo.
La escritura azteca
Los aztecas tenían una forma especial de escritura. Transcribían su lenguaje usando diferentes tipos de letras y elementos gráficos.
Estos manuscritos, conocidos como códices, son una fuente importantísima para los historiadores puesto que revela detalles sobre su economía, las propiedades registradas, política, educación, historia, religión, rituales sagrados y ciencia. Son la clave para nuestro conocimiento de la civilización azteca.
La conquista española y el fin de los aztecas
Cuando Hernán Cortés vio por primera Tenochtitlán y sus canales, la comparó con Venecia. Pero, a pesar de su admiración por la ciudad, no tuvo ningún escrúpulo luchar contra la civilización que la había construido. Cortés dejó en Cuba 500 hombres y partió a una misión para conquistar el interior de México.
Después de ser recibido con espléndidos regalos de Moctezuma II, Cortés le tomó como prisionero.
Tras la muerte de Moctezuma II en el año 1520, este gran imperio se empezó a debilitar.
Las divisiones internas entre provincias, además de las ambiciones independentistas de algunos pueblos, facilitó a los españoles, dirigidos por Hernán Cortés, la conquista de este imperio, el cual tiene como fecha final 1525.
Desde entonces el mundo azteca y mesoamericano en general entró a formar parte del imperio colonial español.
Vestigios de la civilización azteca en la actualidad
Hoy, la civilización azteca es considerada una de las más excepcionales de la Historia humana.
Muchas excavaciones arqueológicas y diferentes museos descubren y muestran su contribución al patrimonio de la humanidad.
México DF, la capital del país y la ciudad más grande de México, fue construida sobre las ruinas de Tenochtitlán.
El lenguaje azteca, el Nahuatl, es todavía hablada por 1,6 millones de personas.
Los mexicanos llevan la memoria de los aztecas en su nombre porque cuando el dios Huitzilopochtli guió a los aztecas hasta el lugar donde se fundó Tenochtitlán, los llamó mexicas.
Un águila posada en un cactus devorando una serpiente –el símbolo que el dios mandó a los sacerdotes aztecas para contarles el lugar donde se tenía que fundar la ciudad– adorna hoy todavía la bandera mexicana y sus billetes.
Hoy en día se puede viajar todavía en barco a lo largo de los canales que fueron construidos por los aztecas, en Xochimilco y otros distritos de México DF.
Imagen calendario: Shutterstock
Muy buena la informacion. Los felicito