Tras permanecer un día y medio cerrada, la cueva paleolítica de Tito Bustillo abría de nuevo sus puertas al público a las dos de la tarde del 3 de mayo, después de que las aguas del río San Miguel regresaran a su cauce y los guardias-guías de la cueva consiguiesen realizar las debidas tareas de limpieza.
Alfonso Miralla explicó que aunque el terreno se encontraba húmedo la cueva podía volver a visitarse, mensaje que tras llegar al Museo Arqueológico de Asturias y al Centro de Arte Rupestre, se hizo efectivo.
La crecida del río, muy parecida a la del 4 de abril, llego a superar los sesenta centímetros de altura en algunos lugares, provocando que parte de la instalación eléctrica se dañara. A pesar de ser la tercera inundación en el 2013, ni los grabados ni las pinturas han sido dañados manteniendo, sin embargo, un ambiente húmedo y una temperatura que favorecen a la conservación.
Durante la temporada turística que se extiende hasta el 20 de octubre se espera que ésta sea la última inundación pudiendo realizar visitas de miércoles a domingo en horario de 10:15 a 17 horas, aunque, permaneciendo cerrada al público los lunes y martes además del 31 de julio y 4 de agosto, estos últimos debidos a la Fiesta de Piraguas.
El sector turístico local organizará una Jornada de Puertas Abiertas el próximo jueves 9 de mayo, con el objetivo de que los empresarios conozcan los servicios que ofrece el museo así como las posibles vías de colaboración. Los participantes se dividirán en grupos, a cada uno de los cuales se les mostrará un recorrido por el centro, talleres didácticos, cueva de Tito Bustillo y a Cuevona de Ardines.
Imagen: Falconaumanni en Wikimedia