Investigadores de las Universidades de Gotemburgo y Kiel realizaron excavaciones en Falkoping, donde descubrieron un dolmen del año 3.500 a.C., aproximadamente, lo que le convierte en una de las cámaras funerarias de piedra más antigua de Escandinavia.
Al realizarse el hallazgo los arqueólogos observaron un nicho en cada extremo de la tumba, lo que le convierte en una tumba excepcional, ya que ese tipo de detalles no se ha visto en otra similar.
Un dato interesante que arroja muchas dudas es que la tumba parece estar intacta desde el Neolítico, no obstante, no se encontraron huesos grandes como cráneos, muslos o brazos no se encontraron.
Si se hallaron huesos pequeños como los dientes, huesos de manos o pies, de lo que se piensa eran doce personas distribuidas en bebes y ancianos.
Los científicos señalan que pueden realizarse pruebas de ADN, con lo que comprobarán si los individuos estaban emparentados, o si padecían de alguna enfermedad, ya que la causa de muerte es indeterminada, aunque no se observaron vestigios de violencia.