Las misteriosas cabezas olmecas que han dado tanto de qué hablar durante tanto tiempo, vuelven a ser objeto de debate luego de que un reciente estudio señalara la posibilidad de que representan antiguos gobernantes de ésta civilización, además de que luego de análisis exhaustivos, determinaran que cada cara posee rasgos únicos.
Los ornamentos que llevan cada una de las estatuas han llevado a concluir que se trata de gobernantes. Por ejemplo, una de ellas lleva una corona con huellas de jaguar, un animal emblemático relacionado al poder, mientras que otra de las cabezas lleva un tocado relacionándolo con el poder político.
A pesar de que la hipótesis es plausible, solo una de las estatuas ha sido identificada como un gobernante del segundo milenio, ubicado en la antigua ciudad olmeca de San Lorenzo.
Otra hipótesis señala que las cabezas pudieron ser utilizadas como un marcador territorial o como protección de las ciudades, tal como lo atestigua la ciudad de La Venta, que posee cuatro cabezas de norte a sur que en lugar de mirar hacia dentro de la ciudad, miran fijamente al exterior, cómo si buscara proteger ese territorio.