La Biblia, uno de los libros más antiguos y reverenciados del mundo, ofrece una profunda fuente de sabiduría y consuelo a lo largo de sus páginas. Dentro de sus enseñanzas, encontramos poderosas frases de motivación que han inspirado a millones de personas a lo largo de los siglos.
Estas palabras transmiten esperanza, fortaleza, y una profunda fe en momentos de adversidad, recordándonos la importancia de la perseverancia, la confianza en Dios, y el valor de la bondad y la humildad.
En este artículo exploraremos algunas de las mejores frases motivacionales de la Biblia que nos invitan a vivir con propósito y fe renovada.
No temáis, pequeño rebaño, porque a vuestro Padre le ha parecido bien daros el reino.
Lucas 12:32.
Bienaventurados los que lloran, porque serán consolados.
Mateo 5.4.
Dios es mi salvación. Confiaré y no temeré, porque el Señor es mi fuerza y mi canción.
Isaías 12:2.
Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre.
Hebreos 13:8.
El Señor es mi pastor, nada me falta.
Salmo 23:1.
Los que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán con alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán.
Isaías 40:31
Tú eres mi escondite y mi escudo; en tu palabra he puesto mi esperanza.
Salmos 119:114
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha.
Isaías 41:10.
Dios no nos ha dado un espíritu de temor, sino de poder, de amor y de sano juicio.
Timoteo 1:7.
Escucha el consejo y acepta la corrección, para que seas sabio todos los días de tu vida.
Proverbios 19:20.
Escucha, hijo mío, la disciplina de tu padre, y no abandones la instrucción de tu madre.
Proverbios 1:8.
Donde no hay bueyes, el pesebre está limpio, pero se gana mucho con la fuerza del buey.
Proverbios 14:4.
Probad y ved que el Señor es bueno: ¡qué bienaventurado es el hombre que se refugia en él!
Salmo 34:8.
Si Dios está a nuestro favor, ¿quién puede estar en contra?
Romanos 8:31.
Confía en el Señor para siempre, porque en el Señor, el Señor, está la fuerza eterna.
Isaías 26:4.