Un reciente estudio publicado hace pocos días, ha demostrado cómo las aguas de los baños romanos de Bath poseen propiedades antibióticas que pueden combatir bacterias como E. Coli o Staphylococus Aureus.
Una particularidad de los baños romanos es que se erigían sobre aguas termales, lo que es un caldo de cultivo para cierto tipo de bacterias que pueden combatir patógenos humanos.
Los científicos tomaron muestras del agua y sedimentos logrando clasificar hasta 300 microorganismos, de los cuales 15 resultaron ser efectivos contra las bacterias mencionadas y otros organismos patógenos.
A pesar de este descubrimiento, los investigadores han señalado que se necesitan mayores estudios, ya que existen otros elementos que deben ser analizados, puesto que podrían ser útiles en el combate de otras afecciones humanas.
Imagen portada: Diego Delso en Wikimedia.