Tanto en términos biológicos como de comportamiento nuestra especie ha experimentado una evolución espectacular. La respuesta a este gran cambio ha encontrado sus pistas en una serie de objetos hallados en medio del desierto africano.
Kenia ha sido conocida durante mucho tiempo como “la cuna de la humanidad” ya que fue el lugar donde se encontraron una serie de fósiles que podrían ser parte de los primeros restos de vida humana. A raíz de estos ancestros, varias especies evolucionaron hace millones de años. Muchas investigaciones se han centrado en el origen humano, pero de ser así, de ser cierto que África fue el lugar de origen se desconoce el motivo que les llevó a abandonarla para proceder a la colonización del resto del mundo. Todavía se tiene muy poca información sobre lo que realmente ocurrió, de cómo la especie fue evolucionando creando diferentes grupos de población e idiomas.
La Dra. Marta Mirazón Lahr, involucrada en el proyecto de África y recientemente galardonada con cinco años de financiación por parte del Consejo Europeo de Investigación, tiene como objetivo encontrar los lugares que hagan recuperar la evidencia de este pueblo a través de sus herramientas de piedra, animales, adornos e incluso los fósiles de las propias personas. Mirazon Lahr ya ha realizado otras tres expediciones en 2009, 2010 y 2011 centrándose en los lugares de Turkana, las cuencas de Nakuru y Naivasha del Valle del Rift en Kenia.
Hace 10.000 años el paisaje, muy diferente, era húmedo y estaba poblado de gacelas, hipopótamos y leones y aunque el agua es cosa del pasado sus playas todavía se encuentran allí. En ellas se han encontrado gran variedad de objetos, como conchas y arpones utilizados para la pesca, algunos enterrados y otros en descubierto gracias al viento.
El fósil más antiguo perteneciente a un humano moderno es de hace 200.000 años y proviene de la cuenca del lago Turkana por lo que en esta zona se está tratando de encontrar los orígenes del homo sapiens. En la playa se han encontrado alrededor de 700 objetos siendo una de las colecciones más grandes de África.
Una de las características más importantes es la utilización de huesos de animales para la elaboración de herramientas, método que no se había utilizado en poblaciones anteriores, y que proporcionan una gran pista sobre los cambios tecnológicos y de comportamiento.
La gente que vivió alrededor del lago utilizó de manera diferente las piedras en lo que respecta a su papel como herramientas. En lugar de producir una o dos grandes escamas, los primeros humanos modernos produjeron una gran cantidad de estas con el fin de crear herramientas compuestas y mostrando de esta manera su adaptación ante las diferentes condiciones.
La geografía y el clima jugaron un papel fundamental en el origen y diversificación de los humanos modernos, así, los tiempos en que los lagos eran abundantes fueron periodos en los que la vegetación crecía y el pueblo prosperaba.
África del Este tenía una geografía singular compuesta por cuencas lacustres, llanuras y montañas que proporcionaban nichos alternativos. Al comparar los registros fósiles a lo largo del tiempo de las diferentes cuencas se espera establecer un patrón espacial y temporal que haya venido sucediéndose en los últimos 200.000 años.
Gracias a la combinación de información genética, fósil, arqueológica y paleoclimática se formarán varios puntos de vista que harán mirar la evolución desde diferentes ángulos.