Uno de los misterios, leyendas o seres mitológicos que más nos han llamado la atención desde siempre han sido las brujas en todas sus facetas, desde aquellas con rostros muy reconocibles, hasta las que poseen una belleza sin igual que no nos dejan ver la verdad.
Pero a todo esto, ¿qué es la brujería?
La brujería es, como ya imaginarás, el conjunto de creencias, prácticas y conocimientos que poseen las denominadas brujas o brujos (pues los hay en masculino también) que emplean sus habilidades mágicas en procura de hacer el mal.
Brujería y Magia Negra
La brujería se asocia indudablemente a la práctica de la magia negra, aquella que se emplea para causar dolor, muerte y todas las acciones necesarias para causar dolo en una persona.
La palabra bruja es conocida en su término medieval cuando las famosas “cazas de brujas” impuestas por los cristianos, acusando a diversas personas de practicar activamente la brujería.
Pero en su sentido moderno es lo dicho, la práctica de la magia negra. Así al menos lo han calificado los las sectas ocultistas, quienes hacen la diferenciación entre magia negra y blanca (en este caso, para hacer el bien).
En nuestro sentido más asimilado, la brujería está asociada directamente con el Diablo ya que las brujas solían hacer pactos con él, vendiéndoles su alma a cambio de poderes sobrenaturales, que le permitiesen realizar hechizos maléficos e incluso realizar otras acciones, como transformarse en animales (casi siempre lobos) o la propiedad de volar.
Otra creencia común son los famosos Aquelarres, las cotidianas reuniones nocturnas donde las brujas se juntaban para rendir culto al Diablo, quien se personificaba en un cabrío macho o en gato negro.
Las leyendas nos han llevado más lejos, aduciendo que en ellos se celebraban grandes orgías e incluso sacrificios humanos, generalmente de niños (lo llamado siempre como Infanticidio).