Un estudio que combina el estudio de los métodos de fabricación de las espadas de las Baleares, en combinación con estudios químicos enfocados en los isótopos, fue realizado con la finalidad de comprender mejor el uso de las espadas, a la par que su origen.
El estudio se enfoca en un alijo de armas encontrado en el siglo XX, los cuales poseen una antigüedad cercana a los 3.000 años y se descubrieron en las islas de Mallorca, Ibiza y Formentera.
Para el momento en que las espadas fueron construidas se determinó que las islas poseían un concurrido comercio de metales con el continente, tal como revelan los análisis químicos y las técnicas de fabricación.
Acerca de la fabricación de las espadas, se encontraron vestigios de las tradiciones manufactureras locales, aunque combinadas con técnicas provenientes del continente.
Estas espadas se caracterizan por una empuñadura sólida y no por pomos circulares o en forma de diamante, tal como se estaban fabricando en otras latitudes.
De igual manera se reveló que estas espadas poseen una hoja mucho más fina en comparación a las encontradas en otros sitios, lo que llevó a los investigadores a una conclusión acerca de su uso.
Se piensa que dichas espadas fueron utilizadas por la élite de las islas como un símbolo, no para ser utilizadas en batalla. Un símbolo que denotaría poder, no solo por el hecho de la espada, sino también por los materiales que poseían.
Los investigadores también revelaron gracias al análisis de los isótopos de dónde provenían los metales utilizados, encontrando que aunque buena parte de los metales provenían de Menorca, Mallorca y Cerdeña, la mayoría eran originarios de España peninsular, específicamente del yacimiento de Linares.