En una investigación reciente publicada en The Lancet, se ha observado que las momias de hace miles de años y de todas partes del mundo, manifiestan signos de arterioesclerosis, una patología en la cual se produce el endurecimiento de las arterias provocando su estrechamiento, que puede dar lugar a la oclusión del vaso sanguíneo impidiendo el flujo de la sangre, dándose de esta manera los infartos.
Caleb Finch, un neurobiólogo de la Universidad del Sur de California y coautor del estudio afirmo que en tres continentes diferentes y cinco pueblos prehistóricos distintos, con un modo de vida y alimentación desigual, tenían arterioesclerosis.
En la investigación, a través de escáneres se han analizado 137 momias desde 4.000 años atrás de diversos puntos del planeta, entre ellos Perú, Egipto y antiguos pueblos indios, muchas de ellas momificadas intencionalmente y otras momificadas de forma natural por el paso del tiempo. En general, no alcanzaban los 60 años de edad.
Hasta ahora se había creído que era una enfermedad derivada únicamente de la alimentación de hoy en día, del tabaquismo, sedentarismo o estrés, pero los resultados arrojan que pudo ser una enfermedad universal y causada por el envejecimiento en todas las sociedades humanas.
Sin embargo, es muy difícil poder determinar qué tan atrás en la evolución humana surgió este problema, pero sí se tiene algo muy claro: «los chimpancés, nuestros parientes más cercanos, no sufren este problema en la naturaleza, pero sí lo hacen estando en cautiverio«, explicó Finch.
No cabe duda de que otras enfermedades como la diabetes y la obesidad han empeorado debido a la dieta moderna, pero una dieta más antigua quizás tampoco lograría eliminarlas por completo.
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