Los diferentes grupos de homínidos probablemente empezaron a transmitirse conocimientos entre sí hace 400.000 años, mucho antes de lo que se pensaba, sugiere un estudio sobre el uso del fuego realizado por arqueólogos de la Universidad de Leiden.
«Hasta la fecha, siempre se pensó que la difusión cultural comenzó propiamente hace solo 70.000 años, cuando los humanos modernos, los ‘Homo sapiens’, comenzaron a expandirse por el mundo. Pero el registro del uso del fuego ahora parece mostrar que eso sucedió mucho antes», explica la arqueóloga Katharine MacDonald en una nota publicada por la universidad neerlandesa.
Tras analizar rastros de fogatas dejados por los primeros homínidos en sitios arqueológicos de Europa, Israel, Asia y el norte de África, el equipo «empezó a mirar de forma diferente los datos de décadas de investigación arqueológica».
Antes de hace 400.000 años, casi todos los lugares examinados mostraban muy pocas evidencias de uso de fuego, señalan los investigadores.
Sin embargo, a partir de esa época, se encontró un número creciente de sitios con restos de carbón vegetal, huesos carbonizados y sedimentos alterados por el calor, indican los autores del estudio, publicado en la revista PNAS.
Excluyendo la posiblidad de que una coincidencia esté detrás de un evento tan importante en la evolución humana, los autores llegaron a la conclusión de que, ya en la segunda mitad del Pleistoceno medio, se desarrolló una comunicación primitiva entre los antepasados humanos que se tradujo en la difusión de habilidades culturales.
«Estos datos arqueológicos, así como los estudios de genomas antiguos, nos llevan a la hipótesis de que, a más tardar, hace 400.000 años, las subpoblaciones de homínidos (…) resultaron lo suficientemente tolerantes entre sí para transmitirse ideas y técnicas en grandes regiones», apunta el estudio.
La teoría del equipo de investigación se apoya en los hallazgos arqueológicos de un tipo de herramienta de piedra de un período algo posterior. Estos instrumentos, elaborados con el llamado método Levallois, afloraron durante un período muy corto de tiempo en un número creciente de lugares de las regiones analizadas.
Según los autores, este hecho implica la presencia de fuertes interacciones sociales entre las poblaciones de homínidos ya en el Paleolítico temprano.
Si la hipótesis se confirma, ello significaría que primitivas ‘redes sociales’ a gran escala ya existían antes de que aparecieran los primeros humanos modernos.