Un agricultor del condado de Kerry, en el suroeste de Irlanda, encontró por accidente mientras trabajaba su parcela una «inusual» tumba que se sospecha data de la Edad de Bronce (del 2000 al 500 a.C.), la cual estaba «intacta» al momento de su descubrimiento.
Según informa el medio oficial irlandés RTÉ, el hallazgo tuvo lugar cuando una excavadora volteó una gran losa de piedra durante los trabajos que se realizaban en el terreno, dejando al descubierto una cámara subterránea, así como una subcámara contigua que se cree pertenece a la parte delantera del entierro.
Al interior del sepulcro fue hallada una inusual piedra ovalada de textura lisa y lo que se cree son restos de huesos humanos. Las primeras investigaciones señalan que podría tratarse de un entierro de la Edad de Bronce, pero una serie de características poco usuales podrían indicar que es aún más antigua.
«Dada su ubicación, orientación y la existencia de una gran losa, lo primero que se piensa es que se trata de una tumba de la Edad de Bronce, pero el diseño de esta tumba en particular no se parece a ninguno de los otros enterramientos de la Edad de Bronce que tenemos aquí», explicó el arqueólogo Micheal O Coileain.
Por su parte, el arqueólogo Breandan O Ciobhain, comentó que el entierro, que «parece estar completamente intacto y en su estado original», «se trata de un hallazgo extremadamente significativo, ya que la estructura original se ha conservado y no se ha interferido en ella, como puede ocurrir en el caso de otras tumbas descubiertas».
Hasta el momento, las autoridades irlandesas no han revelado más detalles sobre el hallazgo, puesto que la investigación arqueológica aún se encuentra en curso.
Asimismo, han decidido ocultar la ubicación exacta del sitio para evitar sea dañada por visitantes y curiosos.