Durante la construcción de la Carretera Panamericana, que cruza el continente de norte a sur (desde el estado de Alaska hasta Argentina) se descubrió en 2010 en Chile un cementerio de fósiles de ballenas que ahora está al alcance de todos a través de nuestros ordenadores.
En un área de unos 270 metros cercana a la que atravesaba la ambiciosa autopista aparecieron numerosos restos de estos animales. El Instituto Smithsonian y sus expertos en digitalización y paleontólogos pusieron enseguida la alta tecnología al servicio de la divulgación de aquellos descubrimientos y tomaron fotografías y escáneres en 3D del sitio y de los huesos allí depositados.
En total se escanearon, en menos de una semana, 10 fósiles de criaturas vertebradas marinas y 40 de ballenas, algunas de hasta 11 millones de años de antigüedad. Todo ello, incluyendo modelos de los restos en tres dimensiones y un tour por el sitio de 360 grados, ha sido puedo a la disposición del público a través de Internet.
A finales de este año, el Smithsonian prevé imprimir en tres dimensiones el fósil de una ballena de casi 8 metros, y exponerlo en el Museo de Ciencias Naturales de Washington. Según los expertos del Instituto, lo que se pretende es, además de disponer de réplicas tridimensionales del sitio para la investigación científica, saltarse el ámbito académico y llegar directamente a la comunidad de manera online, por lo que en el futuro cualquiera que tenga una impresora 3D podrá hacerse con una réplica de los fósiles.
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El equipo de digitalización del Smithsonian ha realizado una labor que puede ayudar en muchos otros ámbitos, como el educativo, al ofrecer un archivo material de fósiles duplicados, además de un total de 22.000 imágenes del sitio. Incluso ha contribuido al estudio científico del mismo, puesto que con la construcción de la carretera, el período que se ha dado para su exploración es limitado, pero con la digitalización tridimensional pueden realizarse análisis desde los propios laboratorios de la institución.
Todas las imágenes y mapas 3D están disponibles en la web oficial de Cerro Ballena que el Smithsonian ha creado para mostrarlos al público. Puedes pulsar aquí para verlas.
En cuanto a las características del yacimiento, lo cierto es que lo envuelve un halo de misterio y surgen dudas en cuanto a la procedencia de los restos animales y su acumulación en ese lugar. Parece ser que murieron a causa de unas algas tóxicas cercanas a la costa, hace entre 5 y 11 millones de años. La corriente arrastró los cuerpos y los depósito en la playa, cubriéndose con el paso del tiempo con la arena y convirtiéndose en fósiles.
El estudio se publicó en la edición de febrero de 2014 de The Royal Society y no habría sido posible sin la ayuda de esas imágenes en 3D.