La selva de Chiapas ocultó por tres siglos la ciudad conocida como la «Tierra del Jaguar Blanco» o Sak Bahlan, pero luego de un arduo trabajo de campo y el uso de un modelo predictivo desarrollado por el investigador del INAH, Josuhé Lozada Toledo, esta antigua ciudad ha vuelto a salir a la luz.
El equipo arqueológico estuvo compuesto por profesionales de varios países, entre los que se destacan: el Dr. Brent Woodfil de la Universidad de Winthrop en EE.UU, y la Dra. Yuko Shiratori de la Universidad de Rissho en Japón, quieres dirigieron las operaciones.
Sin embargo, fue Josuhé Lozada Toledo el artífice del descubrimiento, gracias a su modelo predictivo que utilizó un Sistema de Información Geográfica (SIG), que luego de introducir numerosos datos obtenidos de registros históricos, logró predecir con éxito el lugar donde estaba la mítica ciudad perdida.
Buena parte de la información histórica provino de las cartas del español Diego de Rivas, quien en el siglo XVII, describió el camino para llegar a Sak Bahlan, el cual iniciaba con una travesía de cuatro días a pie para luego atravesar el río Lacantun por dos días, hasta llegar a la confluencia del río Pasión.
Los investigadores realizaron el camino utilizando el modelo desarrollado por Lozada, que logró predecir con precisión el lugar, donde los investigadores dieron con las ruinas de la ciudad.
El hallazgo será reseñado en un documental de Discovery Chanel, además de que continuarán las investigaciones para comprender mejor el pasado de los últimos mayas que se resistieron a la conquista.