En Sevilla, concretamente en Valencia de la Concepción, se encuentra el taller de fabricación de objetos de marfil más antiguo de Europa confirmado por un estudio sobre piezas encontradas en esta localidad.
Asimismo, la investigación publicada en la revista Journal of Archaeological Science sobre este yacimiento prehistórico nos informa de que el comercio de marfil asiático era una práctica muy común durante la Edad del Cobre. Entre los restos fueron encontrados objetos sin finalizar de marfil, hueso, asta, matrices y una sierra de cobre, algunos de los cuales fueron utilizados como objetos funerarios.
Por medio de estos objetos se interpreta que se trató de una producción local y bastante especializada, con objetos de gran importancia, prestigio y un alto precio en aquella época. Por todo ello, se demuestra que Sevilla era escenario de una red de intercambio que se extendía hasta Oriente Próximo pero aún se desconoce quiénes fueron los intermediarios en esta red y por donde se situaban exactamente sus rutas.
El origen, la dieta y la especie animal de la que provenía el marfil encontrado han sido identificados gracias a las técnicas de espectroscopia de infrarrojos y a la medición del carbono y nitrógeno.
El lugar donde se encontraron los restos se corresponde con el antiguo Golfo Tartésico, lugar de tránsito de materias primas y productos exóticos hacia la Península Ibérica en la antigüedad.
Hasta ahora sólo se sabía de la existencia de talleres de marfil en la época de Bronce Antiguo y se pensaba que el marfil que era tratado en la Península Ibérica procedía de África, de una especie extinguida de la rama de los elefantes (Elephas antiquus).
Imagen: Museo de la Valencina