Gracias a un dron equipado con láseres que sobrevoló las montañas de Uzbekistán, se descubrieron dos ciudades medievales en la antigua Ruta de la Seda, a una altura que solo vivían en Cuzco en Perú o en las altas montañas del Tíbet.
Una de las ciudades se conocía como Tugunbulak y poseía 120 hectáreas con estimaciones de unas decenas de miles de habitantes.
La segunda ciudad es mucho más pequeña, pero los investigadores encontraron allí un sorprendente cementerio de 400 tumbas, entre las que se cuentan algunas de las tumbas musulmanas mas antiguas de la zona.