Un nuevo descubrimiento arqueológico ha tenido lugar en Turquía, donde un equipo de investigación encontró un sello con la representación de una cabeza de águila y el cuerpo de un humano, además de hallar diferentes evidencias de prácticas funerarias.
El sello encontrado es muy raro por su representación, sin embargo, es una pieza que refleja la interacción de la vida cotidiana y el día a día con las creencias espirituales de los habitantes de la Edad de Bronce.
Adicionalmente, los especialistas encontraron rastros de prácticas funerarias en las que se observó, que los bebés al morir eran enterrados adentro de la casa en la habitación que sería del bebé, a diferencia de los adultos que al morir eran cremados.
De igual manera, los arqueólogos descubrieron que a pesar de que, en el yacimiento de Karahoyuc no hay salida al mar, se encontraron restos de pescado de agua dulce y mariscos marinos, que denotan un intercambio con regiones del Mediterráneo.









