Un estudio publicado en la revista científica Antiquity, ha señalado que la banda de agujeros apreciables en Monte Sierpe de origen precolombino es en realidad, un lugar que funcionó como un mercado de trueque del Reino Chincha, luego de detectar patrones similares a los agujeros con el sistema de escritura llamado Quipu.
El estudio realizado por el Dr. Jacob Bongers, perteneciente a la Universidad de Sidney, utilizó drones para estudiar los agujeros, siendo el uso de estos artefactos cruciales para entender el contexto del lugar.
Entre los agujeros de la banda el equipo de Bongers descubrió que habían patrones matemáticos en la distribución espacial, encontrando filas y grupos en números similares, lo que alertó al Dr. Bongers.
Un dato revelador es que al comparar la distribución de los agujeros de la banda con un quipu que se expone en Alemania, la distribución es prácticamente idéntica, lo que sostiene la hipótesis de que los agujeros representaron una especie de sistema de datos o inventario.
Un mercado de trueque Chincha
El estudio del Dr. Bongers, revela cómo el lugar fungió como un sitio de trueque en la época Chincha, entre los años 1000 al 1400 d.C.
Uno de los hallazgos utilizados para explicar este planteamiento, fue el revelador dato de encontrar polen y fotolito en las pruebas de suelo de los agujeros, hallando también restos de polen de sauce y junco, maderas utilizadas en la confección de cestas.
Adicionalmente, los investigadores determinaron que los agujeros tienen la dimensión para colocar un fardo o una cesta con mercancia, que según el análisis de polen pudo tratarse de maíz, cañas y otros alimentos agrícolas.
Se estipula que la mercancía era colocada en los agujeros, para que pudiese ser revisada por los interesados en el trueque.
Una vez que los incas se hicieron con el reino de los Chincha, el estudio señala que el lugar pasó de ser un sitio para el trueque a uno de recolección de tributos, probablemente utilizando cada agujero para cada comunidad y organizando por tipo de tributos, ya sea maíz, productos agrícolas o textiles.
La similitud con el quipu expuesto en Berlín es una de las pruebas explicadas por el autor, recordando que los incas eran administradores consumados.












