Galatea, hija de Nereo, era una bella ninfa marina que heredó la belleza de su madre Gea siendo representada siempre como una joven virtuosa y de tez blanca. Vivía en el mar y siempre fue objeto de deseo del cíclope gigante Polifemo.
Este cíclope era feo, enorme y bruto, la antítesis de Galatea. Era el hijo de la ninfa Toosa y del dios del mar y los océanos, Poseidón.
Por más que éste la desease, Galatea sólo tenía su corazón para el bello mancebo Acis, hijo de otra ninfa y el dios Pan.
El mito de Galatea y Acis
Un día, tanto Acis como Galatea descansaban y disfrutaban a orillas del mar, mirándose, hablando y sonriéndose de manera cómplice, pero fueron descubiertos por Polifemo y desde ese entonces, todos los días los vigilaba a escondidas, al ser esta la única forma de poder estar un poco cerca de su amada.
En una de estas escapadas, Acis intentó hacer algo a Galatea que no gustó nada a Polifemo, quien salió de su escondite asustándolos a todos, especialmente al joven, a quien acabó matando lanzándole una pesada roca sobre él mientras éste huía despavorido del gigante de un solo ojo.
Esto no gustó nada a Galatea, quien se marchó corriendo hacia su amado que yacía en el suelo sin vida. Ella intentó reanimarlo por todos los medios, pero no pudo hacer absolutamente nada por no estar ya en el mundo de los vivos.
Galatea sólo tenía ganas de llorar y llorar por la pérdida de su amado, así que pidió a los dioses un consuelo, quienes hicieron que la sangre que salía del cuerpo de Acis y las lágrimas de Galatea en un río muy profundo y grande, para que pudieran estar eternamente juntos, mezclados el uno con el otro.
Otras versiones del mito
Existen varias versiones de este mito, las cuales han ido apareciendo a lo largo de la historia y donde han variado en muchas ocasiones.
En una de ellas, Galatea se dedicó a satisfacer y a adorar a Polifemo en lugar de a Acis.
En otra, Galatea decidió aceptar el amor de Polifemo y que llegó a tener tres hijos con él: Gálata, Celto e Ilirio, de quienes se dice que son los epónimos de los gálatas, celtas e ilirios.