Gea (o Gaia) es la Tierra, la Madre Universal que engendra las cosas vivientes sacándolas de su propia sustancia, emanación del Caos original junto con Eros, Érebo y Nix.
Dice Hesíodo en el comienzo de la Teogonia:
Ante todo existió el Caos. Después Gea, de ancho pecho, morada perenne y segura de los seres vivientes.
Ella tuvo a Urano (el Cielo, la bóveda estrellada) un ser de igual extensión que ella que debía cubrirla y servir de residencia a los Inmortales.
Urano y Gea constituyeron la primer dinastía divina, naciendo de ellos:
– Los Titanes (Océano, Ceo, Crío, Hiperión, Japeto , Cronos, Tetis, Teya, Temis, Mnemosine, Febe y Rea),
– Los Cíclopes (Brontes, Astéropes y Arges, manifestaciones del Trueno, el Relámpago y el Rayo) gigantes con un sólo ojo en medio de la frente, y
– Los Hecatonquiros o Centímanos con 50 cabezas y 100 manos (Briareo, Coto y Gigas).
Unida a Tártaro tuvo al monstruoso Tifoeo (Tifón) con 100 cabezas de dragón que echaba fuego por los ojos, gigante que llegaba al cielo y abarcaba toda la Tierra con sus brazos.
Unida a Ponto (el Mar) tuvo a Nereo, Taumante, Forcis, Ceto y Uribia.
Fue la primera profetisa de Delfos (Esquilo, «Las Euménides», primeros versos), función que posteriormente ejercerá Apolo.