Una investigación exhaustiva y minuciosa con radares de tierra, sondeó a lo largo del túnel Ravne, que se extiende a lo largo de las llamadas “Pirámides de Bosnia”, ha revelado una anomalía geométrica situada a 4,5 metros de profundidad que podría ser, según especulaciones de los arqueólogos, una tumba con dos cámaras.

La estructura romboidal parece estar compuesta de dos o más salas superpuestas, construidas con lajas de piedra unidas por una estructura que lo rodea, además de diversas obras de drenaje.
El geo-radar también detectó una capa de sedimento alterado cercano que los arqueólogos creen que es la evidencia de un intento de saqueo realizado en la antigüedad.

Un análisis con fibra óptica permitirá ingresar en la estructura y así determinar si realmente fue realizado por el hombre.
Fuente: ArcheoRivista