Una momia egipcia de 3.000 años de antigüedad que se estuvo encerrada en el sótano del Museo Fitzwilliam de la Universidad de Cambridge durante 50 años, ha sido restaurada completamente gracias, en parte, a soportes de Lego.
Los daños causados por su antigüedad y deterioro desde su descubrimiento en el siglo XIX, eran muy grandes, especialmente en cuanto a grietas y pozos en el pecho, por lo que su restauración era muy complicada.
Allí es cuando los conservadores del museo e ingenieros del Departamento de la Universidad de Cambridge unieron sus fuerzas con el fin de lograr restaurarla, y el momento en el que el estudiante David Knowles utilizó Lego para hacerlo.
La momia fue encontrada en el Ramesseum, el templo funerario de Ramsés II y famosa necrópolis tebana, por el egiptólogo James Quibell en 1896. Los ladrones habían arrancado el panel de madera dorada que cubría el sarcófago, como la máscara del rostro, pero no pudieron con un cartonnage pintado de colores vivos durante el Tercer Período Intermedio (1069-664 a.C.).
El cartonnage es una técnica egipcia de capas de yeso o fibra lo suficientemente flexibles para poder moldear las superficies más irregulares del cuerpo, y utilizado también para producir cajas, máscaras o paneles que cubrían total o parcialmente el cuerpo momificado ya envuelto. Este método fue empleado, principalmente, durante el Tercer Período Intermedio.
Estos paneles fueron los que más trabajo dieron a los expertos del museo, pues durante los primeros años de encierro en el sótano, el sarcófago había quedado muy expuesto a la humedad excesiva, por lo que se hundió la zona del pectoral que protegía a la momia, ejerciendo presión sobre el resto de la carcasa, lo que llevó a producir grietas en el cartonnage que amenazaba toda la estructura y la pintura de la superficie.
Los expertos lograron restaurar una parte del pecho y la cara, humedeciendo y remodelando el cartonnage, pero no pudieron hacerlo con todo pues simplemente podía colapsar toda la estructura.
Necesitaban tener acceso a la parte trasera de la caja, por el interior, para poder mantener la superficie pintada del exterior a salvo de la humedad, pero no podían dar con una forma de hacerlo sin estropear la momia.
Allí es cuando David Knowles comenzó a idear soportes para poder mantener la estructura, y tras varias pruebas con madera, pero no eran ideales estéticamente para mostrarla en público. Necesitaba un apoyo lo suficientemente firme para mantener el pecho en posición, pero también ligero para no poner un peso adicional a la a caja y que cediese de tanta presión.
En ese momento es cuando el estudiante decidió utilizar Lego, construyendo seis ascensores ligeros y flexibles con una base en forma de A, una columna central de altura regulable y una tapa cuadrada de ángulo ajustable.
Además, para asegurar los ángulos puntiagudos de las partes superior e inferior y que no dañen el cartonnage, los conservadores les rellenaron con espuma.
Aquí os dejo un enlace a un vídeo donde se explica esta noticia.