El republicanismo de la ciudad de Florencia debía ser defendido una vez que Girolamo Savonarola fue ahorcado por órdenes de la república. En este sentido, el hombre elegido por los florentinos para regir sus destinos de manera vitalicia fue el Gonfaloniero Piero Soderini, quien durante diez años estaría al frente de esta importante ciudad.
Piero Soderini será recordado por ser el principal aliado del rey francés cuando en Italia se libraba una feroz batalla con ellos, que involucraría al Papa Julio II y los Estados Pontificios, además de las ciudades estado italianas.
La toma de Pisa por los florentinos en 1509 fue uno de los hitos de su gobierno, siendo esta fecha una de las más recordadas debido a la rivalidad que existía entre las dos ciudades.
Primeros años de Piero Soderini
El 18 de mayo de 1450 sería el día en que vendría al mundo Piero Soderini, en el seno de una importante familia de médicos que, al ser de estirpe antigua, gozaba de privilegios y se encontraba cercana al poder.
Su padre fue Tommaso di Lorenzo Soderini y su madre Dianora Tornabouni, quien pertenecía a una prominente familia antigua ligada por matrimonios con los Médici.
Entre sus hermanos destacarían dos, Paolo Antonio Soderini, quien estaría junto a Savonarola durante su gobierno y el segundo, Francesco Soderini, quien llegaría a ser Cardenal.
Carrera política de Piero Soderini
Piero Soderini abrazaría la carrera política convirtiéndose en uno de los hombres favoritos de Pedro II de Médici, sobretodo luego de 1481 cuando Soderini es escogido como Prior de Florencia, uno de los cargos principales del órgano central de gobierno florentino.
Para el año de 1493, será escogido por el gobierno de la república para representar a Florencia ante el rey de Francia, siendo un cargo destacado que mostraba su valía, convirtiéndose este episodio de su vida en uno donde compartiría con grandes personalidades de su época, entre ellas, Nicolás Maquiavelo, quien luego sería su asesor e impulsor de varios cambios.
1502, Gonfaloniero vitalicio
Luego de la salida de los Médici de Italia, cuando entraron las huestes francesas de Carlos VIII, el poder florentino se concentró en Girolamo Savonarola junto a las instituciones republicanas, que una vez terminada la vida y gobierno del mártir, buscaría dársele una nueva vida colocando en el cargo más elevado a una persona de probidad que le confiriera cierta dignidad al cargo.
El hombre elegido para dicha misión no sería otro que Piero Soderini, quien ya contaba los cincuenta años, no tenía hijos pero era dueño de una cuantiosa fortuna, además de ser un hombre religioso, inteligente y sin vicios.
Desde el inicio se mostraría favorable a los franceses que le habían ayudado a esta distinción. Sin embargo, los franceses estaban mal vistos en toda Italia debido a su política de conquista y pillaje, que había infringido fuertes daños a varias localidades.
A pesar de ello, Soderini estaba consciente del peligro que significaba colocar su seguridad y la de su pueblo en manos de tropas mercenarias, por lo que intentaría asestar un golpe contra estas tropas creando un cuerpo de milicianos florentinos para disminuir la necesidad de recurrir a tropas mercenarias. Este sería uno de los grandes avances de Maquiavelo en su gestión como asesor de Soderini.
Por otra parte, las hostilidades con Pisa que venían arrastrándose desde el siglo anterior, llegarían a un punto culminante en 1509, cuando los florentinos logran conquistar la ciudad luego de sitiarla durante varios días en los que evitaron la entrada de todo abastecimiento. Este triunfo no solo sería de la república florentina, sino de su ejército conformado en la milicia.
Final del gobierno de Soderini y regreso de los Médici
El período de Piero Soderini, principalmente en su etapa final, se podría considerar como una falta de lectura geopolítica, ya que al mantenerse aliado a los franceses en un momento en que todos sus vecinos se aliaron contra ellos, fue sin dudas una de las claves de la caída de Soderini y su gobierno.
En este sentido, el Papa guerrero Julio II, quien había visto con horror como franceses, españoles e italianos se ensañaron contra los venecianos, ahora buscaría aliarse a estos últimos junto al rey de España en lo que se conocería como la Santa Alianza, que lograría colocar nuevamente en el poder florentino a la exiliada familia Médici.
En la importante ciudad de Rávena, las fuerzas papales junto a España se enfrentaron a los franceses que lograrían vencer, aunque terminarían en desorden luego de que vieran caer a su General, provocando una ola de pillaje que pasaría por Milán, donde los franceses fueron atacados por los suizos, haciendo que se replegaran por los Alpes.
Mientras se suscitaban estos episodios, Soderini lejos de recapacitar, aceptar la voluntad del Papa y rescindir de su alianza con Francia, se enfrascó en continuar apoyando a los vencidos, lo que sería aprovechado por Giovanni y Giulio de Médici, quienes lograron obtener de Julio II recursos económicos junto a un contingente militar español, que les permitiría regresar victoriosos a Florencia.
Con la llegada de los españoles junto a los Médici en 1512, Piero Soderini debió exiliarse en Dalmacia para preservar su vida, pasando luego a Roma donde permanercería hasta su muerte, acaecida el 13 de junio de 1522 en la Ciudad Eterna, siendo enterrado en la iglesia Santa María del Popolo.
Puedes conocer más sobre Soderini en la obra Vita de Piero Soderini, de Silvano Razzi (1737).