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El otrora hombre fuerte de Irak nació el 27 de abril de 1937 en el seno de una familia campesina. Su padre, un pastor sin tierras, murió o desapareció antes de que él naciera. Su padrastro lo trató duramente. Cursó estudios en la Universidad de el Cairo y en la Universidad de Mustanseriya en Bagdad.
El joven Husein huyó de casa y vivió con su tío materno, una figura antibritánica, antisemita, cuya hija sería en esposa de Husein años después.
Inicios en la política
Bajo la influencia de su tío, Sadam a la edad de 20 se unió al partido Baath, un grupo secular nacionalista árabe. Un año más tarde huyó a El Cairo tras participar en un intento de asesinato del mandatario iraquí y fue sentenciado a muerte tras un juicio en el que no estuvo presente.
Hussein regresó cuatro años después luego que el mandatario fue derrocado por el partido Baath. Pero el liderazgo Baath fue expulsado ocho meses después y Sadam fue encarcelado. Escapó en 1967.
Asenso al poder de Sadam Husein
En julio de 1968, el partido Baath volvió al poder bajo el liderazgo del primo de Husein, el general Ahmed Hassan al-Bakr.
Sadam, su asistente, sistemáticamente dejó fuera a figuras clave del partido, deportando a miles de chiítas de origen iraní y supervisó la toma de control de la industria petrolera del país.
En una reunión de su partido en Bagdad, en agosto de 1979, mostró una lista de 66 oficiales del Ejército a los que acusó de estar implicados en una conspiración contra el Gobierno.
Mientras Husein tranquilamente fumaba un cigarro, se leyeron los nombres de los conspiradores. Cada vez que se leía el nombre de alguien, la policía secreta se lo llevaba, y ejecutó a 42 de ellos.
Para asegurarse de que sus conciudadanos entendieran el mensaje, Sadam grabó esas imágenes y envió copias a todo el país.
No existía tal complot, pero en pocos y horripilantes minutos, el 22 de julio de 1979, Hussein eliminó a sus rivales en potencia y consolidó el poder que ejercería durante casi tres décadas, hasta que una coalición encabezada por Estados Unidos lo derrocó en el 2003.
La brutalidad lo ayudó a sobrevivir la guerra con Irán, la derrota en Kuwait, rebeliones de los kurdos en el norte y chiítas en el sur, sanciones internacionales, además de toda clase de conspiraciones.
Acabó con la oposición política con métodos como la utilización de gas tóxico contra las poblaciones civiles durante una rebelión kurda.
La guerra Irán – Irak
Lanzó una guerra contra Irán (1980-1988) luego de que ese país no aceptó darle salida al mar por Shat al Aral, guerra en la que recibió ayuda estratégica de inteligencia militar por satélite de Estados Unidos y apoyo financiero de Kuwait y Arabia Saudita ante el temor de que Irán dominara la región a través de la religión y militarmente. Se vio obligado a firmar la paz debido al estancamiento militar.
El 22 de septiembre de 1980, fuerzas iraquíes cruzaron la frontera, declarando la guerra a Irán, la cual duraría ocho años, costaría cientos de miles de vidas y arruinaría los planes de Husein de traer prosperidad a Irak.
Luego los iraníes contraatacaron, Husein buscó armas en Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña, países que se las vendieron de buen grado para evitar una franca victoria de Irán. Hicieron de la vista gorda cuando Hussein atacó implacablemente a los kurdos iraquíes por ayudar a Irán.
Se estima que 5 mil kurdos murieron por el ataque con armas químicas contra el poblado de Halabja en marzo de 1988.
Invadió y se anexionó Kuwait en agosto de 1990. A inicios de 1991 una coalición dirigida por Estados Unidos le obligó a retirarse durante la guerra del Golfo Pérsico.
En octubre de 1995, Sadam comenzó un nuevo mandato como presidente de Irak hasta el 2002, después de que su candidatura única recibiera el 99.9% de votos en un plebiscito.
Derrocamiento y detención de Sadam Husein
Tras una serie de amenazas que exhortaban a abandonar el país para dar por terminado su régimen y argumentando que su gobierno fabricaba armas de destrucción masiva, el 18 de marzo del 2003 el presidente de EU George W. Bush lanzó un definitivo ultimátum: «Sadam Husein y sus hijos deben abandonar Irak en 48 horas. Si el líder iraquí no toma el camino del exilio en ese plazo, el ataque será inevitable e inminente«.
El día 20, las tropas aliadas lanzaban unos 40 misiles ‘Tomahawk’ contra objetivos selectivos de la capital, con el fin de ‘decapitar’ a los líderes iraquíes. Una hora más tarde, el presidente Bush se dirigía a la nación: «No esperamos otro resultado que la victoria».
El paradero de Sadam Husein fue desconocido durante varios meses hasta que el 13 de diciembre del 2003, fue arrestado en una operación conjunta entre efectivos kurdos y el ejército estadounidense, mientras se encontraba escondido en un sótano cerca de su ciudad natal, Tikrit.
Husein: condenado a muerte por crímenes de lesa humanidad
Luego de dos años de juicio, el 5 de noviembre del 2006, el Tribunal Penal iraquí condenó a Husein y dos de sus ex colaboradores a morir en la horca, por la masacre de 148 chiítas en 1982, en el llamado «caso Duyail».
Sadam fue encontrado culpable de «crímenes contra la humanidad», al igual que su hermanastro Barzan al Tikriti, quien era jefe de los servicios secretos en aquel periodo, y Awad Hamad al Bandar, quien fue el jefe del tribunal que condenó a los 148 chiítas del pueblo de Duyail a la pena máxima.
Casi un mes después, el 3 de diciembre del 2006 el Alto Tribunal de Bagdad informó que la defensa del ex presidente iraquí había apelado la sentencia a muerte impuesta contra Husein.
El tribunal de Casación de Irak ratificó, el 26 de diciembre, la sentencia a muerte y un día después, el ex dictador instó, a través de una carta, al pueblo iraquí, incluidas las fuerzas armadas y la resistencia, a «permanecer unidos, ser tolerantes y evitar el odio hacia los demás».
El 29 de diciembre se informó que Husein ya no estaba bajo la custodia de Estados Unidos y que dependía ya de las autoridades iraquíes. Se informó asimismo que la ejecución del ex dictador era inminente y que se produciría en las próximas horas.
A las seis de la mañana del 30 de diciembre del 2006, Husein fue ejecutado en la horca.
