Hace más de 30 años se descubrieron en cuevas de Brasil, unos colgantes agujereados de perezoso gigante, un animal del tamaño de un elefante indio actual, aunque estos objetos no fueron estudiados hasta hace poco.
Fue un equipo de investigación conformado por científicos de Francia, Estados Unidos y Brasil, quienes se dieron a la tarea de determinar sí estos colgantes fueron hechos en la época que existían estos animales, y no mucho tiempo después de haberse extinto como antes se pensaba.
Utilizaron diferentes métodos de análisis, descubriendo que estaban pulidos y perforados, lo que indica que los huesos fueron utilizados poco después de la muerte del animal, no antes de que se fosilizaran.
Fueron descartadas gracias al estudio la abrasión natural u otros procesos que explicaran los agujeros, éstos fueron realizados por manos humanas, tal vez para colocarse en el cuello o utilizarlo de aretes.
Una vez más, los descubrimientos arqueológicos desmontan la teoría de que el continente americano fue poblado hace 10 mil años como señaló durante mucho tiempo la teoría Clovis, ampliando enormemente las dataciones de la llegada de los seres humanos a la América.