Un equipo de geólogos e ingenieros realizaron el descubrimiento en las inmediaciones de la Base Aérea Holloman en Nuevo México, lugar donde además de encontrarse este asentamiento de 8.200 años de antigüedad, es el lugar de las huellas humanas más antiguas en el continente americano.
En el lugar los especialistas hallaron evidencia de uso del fuego, ya que encontraron hogueras y restos de mezquite.
Otros vestigios de acción humana en el lugar son un total de 70 objetos, entre los que destacan diferentes piedras con escamas o una extraña piedra molida.