La ciudad sumeria de Girsu es nuevamente titular de una noticia, pero esta vez por haberse hallado en ella un templo dedicado a la divinización de Alejandro Magno, en el que descubrieron varias inscripciones griegas que versan sobre el conquistador macedonio.
El templo fue un antiguo recinto religioso sumerio hace 4.000 años que luego se convirtió en un templo griego abandonado mucho antes del nacimiento de Alejandro Magno, pero que al coronarse vencedor de aquel mundo antiguo, sus seguidores erigieron el templo en este lugar para hacer valer su condición divina.
La antigua ciudad de Girsu era la morada del gran dios sumerio Ningirsu con quien Alejandro Magno buscó identificarse, al igual que hizo con la figura de Hércules, a la cual tenía una especial reverencia.
En el altar se encontraron las ofrendas comunes que se ven luego de una batalla, es decir, figuras de hombres guerreros, figuras que representan grandes jefes militares, o figuras que representan guerreros en caballería.
Los investigadores han considerado que gracias a estos hallazgos, las comunidades adyacentes a Girsu poseían una menoría de que aquella ciudad era muy importante, razón por la cual se ubicó el templo divino de Alejandro Magno en esta ciudad.