Un equipo arqueológico que trabajaba en Chavin de Huanca encontró en una cámara privada tubos de rape utilizados a manera ritual, lo que es un claro indicio de que esta actividad se encontraba reservada a unos pocos individuos de la élite.
El estudio realizado por instituciones suramericanas con el apoyo de las universidades estadounidenses de Florida y Stanford, estudió químicamente unos tubos utilizados para inhalar rape, en los que se halló nicotina con frijol vilca, que se convirtió en la evidencia de uso de plantas alucinógenas más antiguo en los Andes peruanos.
La élite gobernante se sometió a rituales donde se utilizó el rape para ingresar a estados alterados de conciencia, ya que en Chavin de Huanca, la concepción del poder político se relacionaba con elementos místicos sobrenaturales, donde los alucinógenos tuvieron un papel principal.